mi aforismo

A medida que envejezco presto menos atención a la gente por lo que dicen.
Represento en mis pinturas su futuro por lo que hacen.

Adán y Eva

óleo sobre tela – 78,5 x 170 cm
Barro modelado a semejanza de DIOS. Habitantes del paraíso destinados a caer en la tentación.
MANZANA, fruto prohibido, producto del deseo de EVA. Rojo brillante profundo para saciar su instinto.
SERPIENTE, presencia de la tentación que abate a EVA. Espera y acecha el momento en que ella incita a ADAN a morder la manzana.
En síntesis vemos aquí los preámbulos del modo primigenio del pecado, herencia de la humanidad. El hecho, por todos sabido, está plasmado en esta pintura de Luján Antonio con la belleza plástica a que nos tiene acostumbrados.
El instante único y definitivo del destino de todos, con el estigma del PECADO ORIGINAL...
Y la vergüenza rondando, el pudor reprimido en sus rostros ocultos. La luz cae de lleno sobre la desnudez de Eva. Razón para ambos de su expulsión del paraíso.
Noemí Tracey – columnista de arte

No hay comentarios:

Publicar un comentario