mi aforismo

A medida que envejezco presto menos atención a la gente por lo que dicen.
Represento en mis pinturas su futuro por lo que hacen.

A la deriva

óleo sobre tela – 55 x 70 cm
donado a Greenpeace
Una nueva advertencia, en esta pintura de L. A. Ruinandreu. La humanidad es un pequeño barco de papel a la deriva. Así dice: "Cuantos más avances materiales y técnicos, el hombre va perdiendo los valores fundamentales. Falta el respeto al hogar que Dios nos dio, el MUNDO. Y hace depredación monstruosa de los elementos".
En el espacio cósmico, la Tierra es más pequeña que un átomo y la humanidad parece no percatarse. Cada quien se ocupa de sus intereses personales, sin cuidar lo realmente importante: el aire, el agua, la tierra. Vivimos en ella y, conscientes o no, la estamos destruyendo. Luján Antonio a vuelto a encender la luz roja con esta obra dirigida a nuestra indiferencia, a nuestra terquedad, a nuestra inconsciencia; ya que de nosotros depende que nuestro planeta Tierra pueda ser "Reprogramado" para ser salvado. Hay mucho que corregir y el tiempo de que disponemos se está acortando.
Como bien lo muestra el artista, allá en lo infinito, en la noche eterna, hay un ojo que nos observa. Es el Ojo de la Muerte que está esperando la destrucción de la humanidad toda. El Ojo de la Muerte es paciente, sacudamos la inercia, es mucho lo que está en juego. La sensibilidad y la ductilidad de este artista, nos lleva a meditar no sólo sobre el hecho estético, de gran valor, sino, también, sobre la envergadura de lo que representa: "Solo el hombre puede y debe salvar su hogar".
Noemí Tracey – columnista de arte

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